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Fuente: TDP. |
Si
entendemos por “indigenismo” la defensa de los derechos de los pueblos
originarios, la RAM no debe ser incluida dentro de dicha categoría. Hacerlo
significaría concederle un inmerecido velo de legitimidad. Los verdaderos
héroes del indigenismo son los líderes aborígenes democráticos y pacíficos, que
aceptan el Estado de Derecho y se rebelan todos los días, poniendo el cuerpo y
dando el ejemplo, contra el clientelismo, la explotación y el abuso de poder,
sin ejercerlos.
La RAM no
defiende los derechos de los pueblos originarios por varios motivos: Por un
lado, la organización mencionada posee una ideología autoritaria de extrema
izquierda, de corte colectivista, incompatible con la noción misma de
“derecho”. Por otro lado, el extremismo de izquierda no ve a la identidad
étnica o nacional como un fin en sí mismo (a diferencia del extremismo de
derecha) sino como un mero medio al servicio de un objetivo mayor, que es el
ataque al capitalismo, generalmente maquillado como “antiimperialismo”. Por
último, la justificación del uso de la violencia por parte de la RAM deja en
evidencia que no defiende derechos, sino privilegios, puesto que es
inconcebible la existencia de un derecho contrario a los derechos de los demás.