jueves, 27 de agosto de 2020

Los dislates de Alberto

Marchas y contramarchas de un gobierno asincrónico

Fuente: TDP.

         Los analistas políticos argentinos debaten en estas horas qué ocurre con un gobierno peronista que no es capaz de aprobar proyectos en el Congreso ni de mostrar un mínimo grado de unidad y solidez. ¿Tanto ha cambiado la Argentina?
         Acaso la respuesta esté en el hecho de que, por primera vez, existe un gobierno peronista débil. Esto no es a causa de la personalidad de Alberto. El presidente no es una persona inexperta, carente de carácter o dubitativa. Las causas son mucho más profundas y estructurales.
         La Alianza de De La Rúa fue una unión que tenía al aparato caudillista y clientelar tradicional de la vieja UCR como socio mayoritario y a una corriente de renovación más principista, institucionalista y democrática, centrada en el FREPASO, como socio minoritario. Eran dos espacios políticos a simple vista amalgamados pero que, por dentro, se contradecían y entraban en conflicto de forma desgarradora e ineludible. Cuando valores esenciales, estructuras y prácticas cotidianas son disímiles, la incompatibilidad de intereses se vuelve manifiesta e inquebrantable.