martes, 23 de mayo de 2023

La hora de la libertad, no de la extrema derecha

FUENTE: Infobae.

Fuente: Infobae.
    En Argentina resuena el discurso de la libertad como nunca desde, por lo menos, el siglo XIX. El país liberal de la Generación del 37 se basó en una democracia indefectiblemente limitada y aristocrática, dada la ausencia de instituciones, prácticas y costumbres democráticas. Ahora, el liberalismo se está volviendo, por primera vez, popular. Se ha tornado competitivo electoralmente. Cala en sectores bajos, ávidos de oportunidades y trabajo genuino.
    En esto, hay que reconocerle un papel clave a Javier Milei (aunque no exclusivo, ni mucho menos). Su ímpetu contra el estatismo ha ayudado mucho a legitimar el liberalismo, a verlo como algo válido, incluso natural.
    Sin embargo, el locuaz divulgador ha colaborado, no solo a través de sus virtudes, sino también por sus vicios o defectos. Ha operado el efecto llamado “Ventana de Overton”. Es decir, el rango de sentido común se ha corrido hacia el centro liberal porque, frente a un extremismo de izquierda largamente hegemónico, apareció un vociferante extremismo de derecha. La ventana de Overton es justamente el promedio entre las posturas protagónicas. Lo ideal es que solo haya centros democráticos en disputa, sin riesgos de extremismo, pero, ante un potente extremismo de izquierda, la aparición de uno de derecha lo equilibra o compensa.