Por qué urge una estrategia para derrotar al kirchnerismo
FUENTE: Tribuna de Periodistas.
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Fuente: TDP. |
Cristina
Fernández de Kirchner acaba de presentar su “libro”. Si bien quien escribe no
lo leyó completo, por una lectura parcial y numerosos comentarios y análisis se
deduce que es un ejercicio de egocentrismo. Ella es el centro de todo. De ella
depende el futuro del país. A ella están dirigidas todas las conspiraciones y
confabulaciones. Ella es la víctima de todo el odio circulante. Ella vive en un
mundo paralelo, donde no existen todas sus corrupciones y abusos flagrantes.
Todo esto
confirma un patrón de pensamiento regular que tiende al autoritarismo. Los
líderes autoritarios no lo son por casualidad. No cualquiera puede tener la
frialdad y la impulsividad para ejercer el autoritarismo político. Se requiere
de una psiquis particular, de una visión maniqueísta y extremadamente
egocéntrica, así como de una dependencia hacia un estímulo de poder que bloquea
la sensibilidad o empatía.
El gobierno
kirchnerista fue claramente autoritario. Es cierto que no llegó a los niveles
de Venezuela en cuanto a sus resultados, pero fue un fiel reflejo del país
caribeño en cuanto a sus métodos y su sentido. Un gobierno autoritario o
totalitario puede convivir durante algún tiempo con un Estado no autoritario o
semiautoritario. El poder político no se concentra de un día para el otro.
Cuando ya está concentrado, puede pasar de manos rápidamente, pero si está
relativamente distribuido, concentrarlo puede llevar su tiempo.