FUENTE: Infobae.
![]() |
Fuente: Infobae. |
El camino pacifista es muy loable, pero, cada vez más, y con justa razón, a los venezolanos se les está acabando la paciencia. Han sido realmente estoicos aguantando insultos, agresiones, amenazas, asesinatos constantes y crímenes de lesa humanidad durante 25 años. Empero, todo tiene un límite. Por primera vez, hemos visto imágenes de ciudadanos derribando estatuas y propaganda del régimen, e incluso agrediendo a funcionarios.
Se puede estar ingresando en un terreno complejo, que es el de la violencia. De todas maneras, la situación ya es, de por sí, extremadamente ardua para el ciudadano de a pie. Este debe tolerar la ausencia de toda garantía y protección frente al abuso y la violencia cotidianos. Todos fuimos testigos, a través de imágenes en tiempo real, de la forma en que Maduro y sus secuaces envían a sus grupos de choque motorizados a deambular por las calles amenazantes, dando a entender que la vida de las personas depende de su absoluto arbitrio. También del tenebroso secuestro, en vivo y en directo, de dirigentes opositores por parte de servicios de inteligencia paraestatales.
Es fácil reclamarles pacifismo a quienes padecen una autocracia cuando uno tiene la suerte de no sufrirla. ¿Cómo un pueblo va a permanecer indefinidamente impávido mientras lo someten a hambre, violencia y desempleo masivos y le coartan toda posibilidad de opinar, votar y manifestarse?