Cómo
el marxismo autoritario pretende volver a reciclarse
FUENTE: Tribuna de Periodistas (TDP).
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Fuente: TDP. |
No se pueden reivindicar, al mismo
tiempo, el pensamiento crítico y una ideología autoritaria. Hacerlo implica un
total desconocimiento de lo que significa realmente el pensamiento crítico.
Esto es lo que ha quedado reflejado en la reciente organización del Primer Foro
Mundial de Pensamiento Crítico en Buenos Aires, que tuvo como una de sus
principales oradoras a Cristina Fernández.
El pensamiento crítico es una creación
del liberalismo. Podemos remontarnos a Descartes, quien afirma que todo debe
ponerse en duda y cuestionarse hasta el punto en que sólo queden en pie las
verdades más básicas y elementales (pienso,
luego existo…), para construir saberes a partir de ellas. Kant también se
destaca como defensor del pensamiento libre de dogmas metafísicos, en su Crítica de la razón pura. Más acá en el
tiempo, el liberal Karl Popper filosofa en torno al concepto de “falibilismo”.
El austríaco nos enseña que todo saber es provisorio, porque siempre existe
alguna probabilidad de error, por mucho que se haya comprobado empíricamente
una idea en el pasado. Nunca debe dejar de someterse a crítica y a comprobación
empírica una teoría.