Lo insólito del no
acompañamiento oficial a la marcha del silencio
FUENTE: Tribuna de Periodistas.
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Fuente: TDP. |
La lógica totalitaria del gobierno
argentino no tiene vuelta atrás. Una mentalidad fundamentalista no retrocede.
Hacerlo implicaría perder la cerrada congruencia que nubla la razón pero da al
individuo una fuerza ciega. Cristina Fernández se ve arrastrada así por una
corriente irreversible que la obliga a llevar su reduccionismo al insensible
ridículo de desprestigiar una marcha en memoria de un fiscal que dio su vida
por su trabajo, y por una causa tan noble como la justicia.
Nisman mismo y hasta su familia
fueron colocados en el bando del mal por el interesado maniqueísmo oficial. No
hubo carta de condolencias, apoyo institucional ni la más mínima muestra de
empatía de parte de la presidenta.