viernes, 26 de febrero de 2016

La ola democrática llega a Bolivia


El grito por libertad y democracia
se hizo oír en Bolivia.
            Todo parece indicar que Evo Morales perdió el referéndum del último domingo para habilitarse a sí mismo un cuarto mandato presidencial y así poder gobernar hasta 2025, aunque él todavía no lo reconoció y hubo denuncias de irregularidades y de demoras excesivas en el conteo de votos. Lo cierto es que, pase lo que pase, el populismo parece estar en crisis y en declive, no sólo en Venezuela y Argentina, sino en toda Latinoamérica.
La mayoría de los análisis apuntan a un escándalo de corrupción revelado por el periodismo días antes de las elecciones y a un posible hecho de violencia política contra la oposición, lo cual sin dudas impactó en el resultado de manera directa. Sin embargo, una mirada más amplia nos permite entender que esos hechos fueron en todo caso el detonante, la gota que rebalsó el vaso, pero que si el vaso estaba muy lleno era a causa de un proceso u “ola” de democratización regional más abarcador.

jueves, 11 de febrero de 2016

El fin del terror en Jujuy

La detención de Milagro Sala y el colapso del Estado paralelo


Madre de Jorge Velázquez, militante
radical baleado luego de ser hostigado
por una patota de Sala. Le reclamó
a Cristina no haberle dado el pésame.
            Son numerosos los testimonios, las investigaciones periodísticas e incluso los videos que relacionan a Milagro Sala con la violencia, la corrupción y el narcotráfico. Es decir, los peores males de nuestra sociedad y lo más condenable del kirchnerismo se condensa en la figura de una delincuente que pretendió hacerse pasar por dirigente social.
            Si Milagro Sala no fue detenida antes, es simplemente porque gozaba de la impunidad que le proporcionaba el FPV y, específicamente, Cristina Fernández. Ésta le giraba millones mensualmente sin ningún tipo de control para que los distribuyera con total discrecionalidad. Eso le permitía a Sala generar una dependencia total hacia ella. En su ámbito de influencia, las personas debían subordinársele por completo para poder tener un mínimo elemental de seguridad, para que las patotas de la Túpac Amaru no las golpearan, para que sus hijos pudieran ir al colegio o al hospital y para mantener la posesión de su casa. El resultado era una dictadura no oficial y un Estado paralelo que chupaba recursos nacionales y provinciales cual aspiradora, y donde crecían vertiginosamente la corrupción, la violencia y la impunidad.