sábado, 19 de septiembre de 2015

Un paso hacia la democratización de los partidos

La renuncia de Niembro como signo de un cambio posible


Fernando Niembro, ex candidato a diputado
nacional por el PRO. Fuente: TDP.
            La democracia se nutre de partidos democráticos. No hay democracia posible si los partidos son cáscaras de liderazgos caudillistas y clientelares que dominan a la población. La Argentina se encuentra atravesando una transformación profunda. Ésta consiste en democratizar los partidos políticos y pasar de una democracia aparente o formal a una democracia representativa, con contenido real.
            Si tenemos en cuenta lo anterior, el panorama de la contienda política argentina se esclarece. Hay de un lado partidos de poder, entremezclados con el Estado, verticalistas y clientelares (fundamentalmente el FPV), y de otro lado partidos antisistema, republicanos y no clientelares, o sea democráticos. Los primeros no sienten presión alguna de su electorado y, en el mejor de los casos, tratan de disimular o minimizar los grandes escándalos para evitar una rebelión social generalizada. Pero no se comportan racionalmente en el poder. No transparentan su estructura ni la del Estado, no defienden la división de poderes ni la legalidad y no luchan seriamente contra la corrupción de la cual se alimentan. Los partidos democráticos, por el contrario, al no basarse en el clientelismo, dependen de su electorado muy directamente y están constantemente presionados por una opinión pública exigente.