viernes, 23 de enero de 2015

Nisman: El inevitable desenlace mafioso de Argentina

Lamentos, mentiras y proyecciones tras la muerte del fiscal

FUENTE: Tribuna de Periodistas.
Replicado por: Soberanía (Venezuela)

Fuente: TDP.
            El día lunes 19 de Enero de 2015 los argentinos nos despertamos en medio de un estupor que nos tomó desprevenidos. Nadie lo había imaginado, pero la noticia estaba allí, en todos los canales. El valeroso fiscal federal Alberto Nisman había sido hallado muerto en su departamento. Esto ocurría apenas unas horas antes de su comparecencia ante el Congreso Nacional para explicar y detallar su denuncia penal contra los máximos dirigentes del gobierno nacional.
            Como sociedad, en algún momento perdimos el rumbo y nuestros desaciertos se fueron acumulando hasta producirse el desenlace mafioso que tanto nos duele. Una muerte tan injusta e impune no ocurre por casualidad. Tiene que ser muy alto el grado de corrupción, mafia, impunidad y autoritarismo en un Estado para que pueda ser asesinado o “suicidado” de esa manera el fiscal que investigaba a la presidenta. Más allá de su grado de participación directa en el hecho, sin dudas que el gobierno argentino es responsable, como mínimo por no haberlo cuidado adecuadamente y por haber convalidado o alimentado un Estado mafioso.


jueves, 15 de enero de 2015

El kirchnerismo del lado del fanatismo


La triste demostración de empatía del gobierno argentino por el extremismo terrorista

Replicado por: Soberanía (Venezuela).

Fuente: fronesis.com.ar.
            El conflicto entre extremismo y democracia que se está sucediendo en el mundo nos afecta a todos. No es problema de Francia o de Estados Unidos. No se trata de una pelea entre Oriente y Occidente. Son los valores básicos de convivencia y respeto por la persona humana los que están siendo discutidos nuevamente porque, como de costumbre, esos valores molestan. Molestan a quienes se aferran al poder como un niño a un dulce, a quienes disfrutan de posiciones de privilegio ilegítimo y a quienes contaminan su propia mente con simplismos absurdos propios de todo fanatismo.